Poseemos una vida que es única e irrepetible.
¡Qué importante es vivir con sabiduría y estrenar con entusiasmo cada día de nuestra existencia!
Me da pena esos hombres y mujeres que van por el camino de sus vidas cargados de apatía, aburrimiento y que muy pocas cosas despiertan su interés.
Nosotros hemos de poner ilusión y optimismo en todo lo que realizamos a lo largo de nuestra jornada, precisamente porque la vida es breve y hay que aprender a aprovecharla bien.
¡Qué fácil resulta dejarse dominar por sentimientos como el malhumor, la intranquilidad, la actitud crítica, negativa, quejumbrosa o un permanente estado de malestar interior!
Si analizamos nuestras vidas, hay muchas cosas que podemos agradecer a la vida y a nuestros seres queridos que tantas veces nos hacen reír y pasar momentos maravillosos...
¿Por qué, a veces, los humanos tenemos la maldita costumbre de recordar únicamente lo negativo, lo sombrío, de rumiar nuestras amarguras o darle un sesgo pesimista a nuestra existencia y a esos recuerdos?
No cabe duda que la vida nos enfrenta con luces y sombras, situaciones agradables o ingratas; vivimos en un permanente claroscuro.
¿Quién no ha experimentado, por ejemplo, el sufrimiento ante una enfermedad o el dolor ante el fallecimiento inesperado de un familiar?
Pero hemos de "tratar de enfocar nuestra vida con optimismo, sin dejar de ser realistas". Me parece clave "aprender a pensar en positivo, poniendo emoción y pasión a lo que hacemos cada día".
En nuestras manos está empezar el día con una sonrisa.
No resulta fácil quitar de nuestra mente un pensamiento negativo. Pero hay que intentarlo, una y otra vez, hasta lograrlo.
"Somos dueños absolutos de lo que pensamos y tenemos que aprender a pensar siempre en todo lo hermoso que nos rodea".
Cuando despertamos por la mañana, tenemos que llenarnos de pensamientos positivos como las reuniones familiares o con los amigos, las fiestas y celebraciones, el mismo cambio de las estaciones del año, un hermoso amanecer, contemplar un cielo cuajado de estrellas o admirar un bello paisaje natural, sacarle partido a un detalle divertido que nos ocurrió y compartirlo con nuestra familia.
No debemos perder tampoco la capacidad de asombro porque va muy ligada a la ilusión de vivir.
Esas experiencias vitales nos deben conducir a saber dar gracias por lo que vemos, sentimos y tenemos.
A saber gozar de las cosas sencillas del presente, a contemplar el tiempo pasado con agradecimiento y a mirar el futuro con ilusión.
¿Cuál es el motor interior para mantener de forma permanente la alegría y el buen ánimo?
El "vivir conforme a la verdad".
Dicho en otras palabras, ser congruente entre lo que se piensa y lo que se hace. "Buscar siempre, a pesar de los obstáculos, aquello que se identifica con la bondad y la verdad". Sólo así se consigue la verdadera Paz de Espíritu.
No hay nada que haga más infeliz al Ser Humano que vivir en la mentira, en la hipocresía y en el engaño de sí mismo.
La verdad, en cambio, tiene una fuerza liberadora de las tinieblas de la ignorancia; quien la sigue permanentemente y a lo largo de su itinerario en el tiempo, acaba alcanzando una Serena Felicidad y Gozo.
La alegría, en suma, se conserva a través de ese aprendizaje por enfocar adecuadamente las cosas pequeñas que nos acontecen cotidianamente.
La vida ordinaria está llena de aspectos interesantes, amables y hasta divertidos.
¡El reto es aprender a descubrirlos y estrenar con ilusión cada día!
¡¡DESPIERTA CADA DIA SONRIENDO A LA VIDA!!
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