El mundo de los sueños representa una importante fuente de conexión con nuestro subconsciente y nuestros pensamientos y deseos más profundos y ocultos. Por ello, la psicología se ha interesado en los mensajes oníricos como vía para del diagnóstico y el conocimiento de la mente humana.
Uno de los personajes más destacados en este estudio del mundo onírico fue Carl Jung, quien introdujo la idea del arquetipo, según la cual la vida humana sigue una serie de arquetipos o etapas “comunes”, que son vividas por todos nosotros como parte de la experiencia humana. Estos arquetipos van más allá de la experiencia directa de cada uno, sino que son parte de la “herencia colectiva” y se repiten para cada individuo. De este modo, por ejemplo, es evidente que todos nosotros tenemos una infancia en la que nuestras principales influencias la constituyen nuestros padres y la relación con ellos marcará nuestra personalidad cuando seamos adultos.
A través de estos arquetipos, es posible establecer unos patrones comunes que permitan comprender mejor la psicología humana y establecer una serie de símbolos y referencias a la hora de interpretar nuestros sueños.
Los mensajes oníricos están influidos por diversas circunstancias, desde la propia cultura del individuo, que va a marcar en gran medida su simbología (por ejemplo, según su religión o creencias los símbolos relacionados con el mas allá serán diferentes, pues la mitología es una fuente de símbolos importantísima) a sus circunstancias más personales, como la existencia de un estado de preocupación o ansiedad por algún motivo, una enfermedad física o la situación de quienes le rodean.
Para interpretar un sueño, por tanto, es conveniente tener en cuenta todos estos factores, de modo que se pueda comprender mejor la razón de los distintos símbolos que surgen en él.
Otra aportación interesante de Jung es la idea de que, a través de los sueños, la psique intenta reconciliar los opuestos que surgen en su interior. Es decir, a través del sueño el subconsciente proyecta aquellos símbolos y referencias relativos a la etapa que está atravesando la persona. De este modo, a menudo los sueños contienen mensajes que hacen alusión a situaciones reales, nos dan una idea de la posible solución a un conflicto o parecen anticiparse a los acontecimientos futuros, a través de los arquetipos psicológicos que proyectan el posible devenir de las situaciones que nos rodean.
Por ejemplo, el arquetipo del héroe hace alusión a la idea psicológica de “conquistar la vida”, de alcanzar las metas más elevadas y dignas para el individuo, o el paso entre distintas etapas (de la adolescencia a la edad adulta, por ejemplo).
Una idea interesante es la de interpretar los sueños de forma colectiva. Es decir, el conjunto de sueños que una persona tiene a lo largo de un cierto período de tiempo a menudo revela tendencias psicológicas que pueden transmitir mayor información que un único sueño individual (por ejemplo, a través de símbolos o tendencias que se repiten).
Muy buena información, muchas gracias por compartir esto que me ha ayudado un poco más a entender el misterioso pero maravilloso mundo de los sueños.
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