miércoles, 1 de septiembre de 2010

MALA SUERTE - BUENA SUERTE


MALA SUERTE

Uno debe tomar medidas para dejar de hacer las cosas que causan mala suerte. Esta lección es un examen de las acciones, de los hábitos y del pensamiento en la gente desafortunada, de modo que usted pueda aprender a evitar la mala suerte.
Seis Cosas Que Causan Mala Suerte:

1. El culpar: Culpar a otros -aun cuando es justificado- es una de las acciones más desmotivadoras que usted puede cometer. Al enfocarse en culpar a otras personas pone las cosas fuera de su control y así es como lo malo y negativo tienden a suceder aún más.
Está bien reconocer que alguien comparte una cierta culpa en una situación determinada, pero después de eso inmediatamente pregúntate: ¿qué puedo yo hacer diferente la próxima vez?; de esta manera tú vas a poner el control de regreso en tus manos.

2. Fabricación de excusas: Este hábito de la mala suerte es a menudo más sutil. Por ejemplo: un agente de propiedades inmobiliarias dice, "no puedo vender muchas casas porque no tengo los contactos que otros tienen". Esto podría ser 100% exacto. Sin embargo, la solución, la cual es desarrollar más contactos, es ignorada por justificar los malos hábitos de hacer excusas.
Si por el contrario él dice: "sé que yo puedo vender más casas satisfaciendo a más clientes y haciendo más contactos". Ciertamente esta afirmación va a conducirlo a la buena suerte, al éxito.

3. Esperando por la suerte: Este es quizás uno de los peores hábitos de la mala suerte. Es el trabajo el que invita a la suerte, no el estar esperando. Mientras un hombre espera a que su barco llegue, otros están construyendo los barcos. La gente desafortunada espera y deja que las cosas sucedan -para mejor o peor- y así pierden todas las oportunidades que están allí afuera lista para ser agarradas.

4. El actuar con impulsos destructivos: En una ocasión conocí a un hombre que se encontraba en camino a ver si su solicitud de asistencia social había sido aprobada, y durante la conversación me dijo -muy orgulloso- sobre el gran sombrero de vaquero que recién había comprado en 200 €. ¿Es éste un problema de impulsos destructivos, o qué?, ¿Es posible que sus malos hábitos lo llevaran a necesitar asistencia de bienestar social?, a propósito, si te identificas con este escenario por favor no digas nada hasta que leas el número dos otra vez (fabricación de excusas).
Para superar este hábito de mala suerte espera un día antes de tomar cualquier acción que incluya un compromiso a largo plazo, cualquier decisión que requiera energía o gasto de dinero hacia algo que no es una meta importante en su vida. Haz esto hasta que llegue a ser rutinario, porque consultarlo con la almohada es importante y verás como probablemente cambiará su manera de pensar al día siguiente.

5. No aprender de los errores: Si deseas la peor de las suertes entonces tienes que incurrir en las mismas equivocaciones una y otra vez. Comienza a aprender de tus errores. De hecho, asume siempre que tienes cierto papel en los desastres o las irritaciones que te acontecen, y busca cuáles son. Identifica lo que estás haciendo que causa tus malas situaciones o las hace peores. Entonces cambia tu manera de proceder, inventa nuevos modos, nuevas estrategias. Incluso aprende de los errores de los otros y así puedes evitar hacer muchos de los tuyos propios. Observa cómo otros crean mala suerte y no repitas lo mismo.

6. Ser demasiado crítico: Si puedes encontrar el lado débil de todo y de cada plan, esto prueba tu inteligencia. ¿Pero cómo puedes tú tener suerte si tiras abajo todas las oportunidades, si a todo le ves un pero? Es bueno pensar críticamente, ver la verdad, y así reducir el riesgo. El problema viene cuando una persona ve solamente el riesgo y los defectos. Por ejemplo, esta clase de pensamiento considera solamente el hecho de que el 80% de restaurantes fracasan, pero no hace caso del otro 20%. Si tú deseas moverte hacia adelante, tú debes ver las debilidades en tu plan, pero también debes reconocer lo positivo del mismo y agregar lo que puedes mejorar, cambiar, enriquecer.
Desafortunadamente muy pocas veces deseamos reconocer el papel que desempeñamos en nuestra propia mala suerte.

BUENA SUERTE

Tener buena suerte no es un elemento accidental, no es un dominio sobrenatural fuera de nuestro control. La buena suerte es un poder individual; la buena suerte la crea uno mismo, primero nace en nuestro pensamiento y luego se proyecta en nuestra acciones.
No hay ninguna magia en aquellos a los que la gente llama "suertudos", por el contrario lo que hay es hechos y realidades, esfuerzo constante y ganas de superación.
La gente de la que se dice tener buena suerte no está esperando acostada o encerrada en su casa a que las oportunidades aparezcan...no. Los suertudos como así los llamamos siempre están en movimiento; buscando y encontrando, pidiendo y recibiendo.
La buena suerte llega con un estado mental positivo, con la determinación de enfocarnos en aquellos pasos concretos y efectivos que vamos a tomar para encontrar la oportunidad que nos hará llegar a la meta.
Si catalogamos a alguien de tener buena suerte porque consiguió el trabajo ideal, pues fíjate y verás que esa buena suerte se debe a que la persona se preparó para ese trabajo, tomo cursos, salió a buscarlo, puso carpetas aquí y allá, no le dio vergüenza arriesgarse y cuando la oportunidad apareció pues ella estuvo lista y la tomo por las riendas.
Aquellos que han encontrado la pareja ideal no se escondieron en un hueco a esperar por el príncipe o la princesa. Ellos salieron, se arreglaron, vencieron el miedo de conocer gente nueva, se inscribieron en un club, asistieron a fiestas, hicieron amigos, se prepararon emocionalmente, y cuando la pareja apareció pues ellos estuvieron listos.
La buena suerte no llega con brujerías, amarres o hechizos. La buena suerte llega con sentido común, osadía, decisión, preparación intelectual. La BUENA SUERTE llega cuando nosotros la creamos mentalmente, cuando la actuamos, salimos y la buscamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario