Así es, tan simple como eso, “Todo lo que desees, se te devolverá multiplicado”, ésta regla o ley universal, afecta a todos los niveles de nuestra vida. ¿Como?
Fácil, el mejor ejemplo lo encontramos en el bien y el mal, así desear el mal a un semejante se te devolverá multiplicado y viceversa, desear el bien…
Cuantas veces en la vida por distintas situaciones, nos sentimos frustrados y derivamos ese sentimiento hacia otras personas, para no hacernos cargo de nuestros errores, debilidades o falencias, descargando en ellas nuestro enojo o ira, cuyo origen se encuentra en un solo lugar, nuestro interior, pero no lo aceptamos.
Y así sin darnos cuenta entramos en circulo vicioso que nos lleva a transformarnos en malas personas, que viven juzgando a los demás y como dijo un gran hombre una vez, “comenzamos a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro”, pero claro siempre es más fácil que la culpa de todo lo que nos pasa, sea de otro.
Hacernos cargo de nuestras falencias o debilidades, es el primer paso a una vida plena, conformada por la honestidad y el respeto, debiendo comenzar por nosotros mismos, si queremos recibir lo mismo de nuestro entorno.
Y es aquí donde podemos comprender totalmente, la famosa ley Universal, para aplicarla en todo momento de nuestra vida, ya que solo deseando el bien a tus semejantes, a pesar de todo, la ley se cumplirá y recibirás multiplicados tu deseos, traduciéndose en una sola cosa, una muy buena vida!
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