Los eventos que suceden en la vida de un ser humano, dependen única y exclusivamente de sus pensamientos y deseos.
La creencia en la prosperidad atrae al dinero.
La prosperidad atrae prosperidad.
La salud atrae salud.
El amor genera amor.
La felicidad atrae felicidad
El hecho de sentirse bien atrae dicha y buenos sentimientos.
De la misma forma:
La tristeza atrae más tristeza.
La enfermedad atrae enfermedad.
El odio atrae al odio.
La guerra genera guerra.
Los pensamientos generaran ondas (Brain Wave), y pueden ser comprobadas en los exámenes de tomografías computadas, electro encefalograma WBR y muchos otros modernos métodos de diagnósticos médicos.
Por intermedio de las investigaciones de la física Cuántica, estas ondas son claramente detectadas y pueden ser medidas, clasificadas, transformadas y dirigidas hacia un objetivo por intermedio de sofisticados programas informáticos de Metafísica Cuántica.
“Todo lo que hoy le sucede a una persona, es el resultado directo de los pensamientos que tuvo en el pasado”.
Cuando se comienza a entender y dominar realmente los pensamientos y sentimientos, se puede empezar a comprender y ver cómo es creada la propia realidad y de esa manera transformarla en lo anhelado.
La ley de causa y efecto o de atracción es una ley universal y natural. Es tan importante e imparcial como la ley de la gravedad.
Estas leyes físicas y cósmicas están en continuo funcionamiento, no tienen sentido del humor ni predilección por nada ni nadie y aunque se ignore su naturaleza, forma de actuar o existencia, estas leyes actúan igual.
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