martes, 8 de junio de 2010

Curso de Velas: Las Novenas

Vamos a mencionar lo que para mí es el sistema más positivo y de resultados más espectaculares, la NOVENA.

Como ya habréis adivinado novena viene de nueve, la enciclopedia Larousse dice: Actos de devoción, como oraciones, misas, etc., a que se entrega uno durante nueve días. // Libro en que se contienen las oraciones de una novena.

Como veréis la novena se utiliza como herramienta religiosa para la consecución de un fin, la forma de aplicación de las novenas, como todo, a sufrido en el transcurso de los años distintas mutaciones y a la vez dependiendo de la zona donde se viva, las costumbres en cuanto a su realización cambian, no obstante la formula a continuado inalterable, y esta, claro esta, se refiere a los propios 9 días de oración y sacrificio para la consecución de algo.

Hubo un tiempo, en que la iglesia, promulgó la novena de forma masiva a sus fieles, tres eran sus objetivos: primero el control, segundo el temor y evidentemente el tercero el recaudatorio, aún hoy se solicitan novenas para personas que han fallecido.

En otros casos se decía, que aquel que hiciera una novena y obtenía lo que pedía, debería hacer una ofrenda económica al santo o a la iglesia. Tenemos que pensar que hasta el siglo XVIII, en Europa, la Iglesia tenía mucho poder y que las personas vivían con mucho fervor todo lo que la iglesia proponía.

No obstante, la sabiduría popular, muy proclive a transformar y utilizar aquello que le parecía positivo, fue utilizando la novena un poco a escondidas de la religión y ¡Oh milagro!, también obtenían resultados.

Los magos y las brujas, de ascendencia cristiana, no dudaron en apoderarse de la formula, transformándola a su manera, sin olvidar su espíritu. No hace ni 30 años (y quizás en algún lugar en la actualidad), aún era posible ver a personas, realizando novenas tal y como se hacían en siglos pasados.

Detallo a continuación como se eran dichas novenas para que de este modo, los lectores de este manual, puedan, si lo desean, adaptar el sistema como les plazca, aunque esta no es la única formula que existe:

En las poblaciones grandes aún hoy es posible encontrar siete iglesias, pues bien, la persona que hacía la novena, una vez definida la petición, cada mañana se levantaba antes de las seis, para así poder ser de las primera en entrar en una iglesia, allí se acercaba a la imagen (muchas veces el Sagrado Corazón), y de bruces en el suelo, hacia la oración y la correspondiente petición, la oración se extraía, de libros y salmos y que después más tarde se abreviaron con la llegada de las estampas, cada día la persona debía rezar y pedir aquel deseo al Santo de su devoción. Terminada esta oración y la petición, la persona visitaba a continuación otra iglesia y así sucesivamente hasta 7 (en algunos lugares eran nueve).

Esto durante nueve días seguidos, lloviese, nevase o estuviera enfermo/a. Una vez terminada la novena, se esperaba el resultado, como mínimo, durante un mes y una vez pasados los treinta días, cumplidos o no los deseos, se andaba (muchas veces de rodillas), hasta la Catedral o centro religioso más importante, en donde de bruces delante del altar, se agradecía la atención del Santo/a o Virgen o Jesús.
Como veis, el sacrificio era bastante, lo que aumentaba la devoción y admiración hacia quien era capaz de realizarlo, lo que convertía a esas personas en “especiales”.

En los lugares que había menos iglesias, la mayoría de las veces, se visitaban las del pueblo y alguna ermita, pero algunos recorrían en burro o caballo otros pueblos hasta las siete. En aquellos lugares alejados, imagino que si solo había una iglesia en el pueblo, los peticionarios, solo actuaban en una.

Una vez hecha la historia, vamos ahora a adentrarnos en la novena actual.

No ha sido una cuestión de voluntad o comodidad, lo que ha transformado la novena, sino la postura de la Iglesia.

Como
he dicho antes, la Iglesia (a la que respeto en su concepto), que tenía el monopolio de la fe, conseguía pingües beneficios a través de la venta de velones y las donaciones por las novenas, pero como todos sabemos, a finales del siglo XVIIII, la sociedad más materialista e industrial, trajo una perdida de fe, esta situación, hizo que muchas personas buscasen nuevas verdades, para así poder satisfacer la ansiedad producida por un mundo más distante y menos espiritual. La perdida de credibilidad de la Iglesia empeñada en no reconocer los cambios de la sociedad, han abierto las puertas a las personas de cualquier condición, que dedican su vida a la ayuda de los demás independientemente de sus creencias.
En este contexto y además porque las Iglesias, son tanto un centro de culto como también un lugar turístico, los objetos valiosos de las iglesias han sufrido muchos robatorios, lo que ha llevado a cerrar en horas no lectivas las iglesias. Por si no fuera poco, en muchas Iglesias, se han sustituido los espelmatorios por unos engendros lumínicos (maquinas tragaperras), con una hucha, con la excusa del posible incendio (también la suciedad, restos de cera), en un futuro se prevé que no habrá más velas de cera en las Iglesias

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