EL LUGAR
Desafortunadamente vivimos en una sociedad ruidosa y por ello hay escasas posibilidades de encontrar un rincón tranquilo, esta situación aún es más difícil cuando se vive en una ciudad. Por ello deberemos tener presente la manera de vivir de los demás para trabajar con nuestra mente de forma que haya las menos mínimas distracciones; buscar un lugar de nuestra casa lo más alejado de televisores y niños curiosos, hacer nuestros rituales, en horarios tranquilos, mientras los demás duermen, seguro que fortalecerá nuestra capacidad mental.
Imprescindible es que nadie ni nada nos pueda interrumpir.
La habitación que hayamos escogido, podrá disponer de un sillón o silla lo más cómoda posible, también puede sustituirse por una alfombra pequeña en donde podamos sentarnos, una mini cadena, y una luz tenue (puede ser la de una vela violeta), favorecen el entorno y crearan un ámbito adecuado.
LA INDUMENTARIA
En este capítulo existen muchas divergencias entre los profesionales, a mi entender y por experiencia personal, no parece importante la indumentaria y si existe alguna regla al respecto esta debería ser la sencillez, pero como los gustos son para todos, la primera recomendación será que cada uno se encuentre a gusto consigo mismo. Desde ir desnudo a llevar una túnica todo es licito si el operador/a se sienta bien.
En la antigüedad el sacerdote o hechicero trabajaba al aire libre y delante de la gente, por lo tanto era lógico que adornase sus rituales con ornamentación, para así dar mayor relevancia al acto y conseguir mayor fuerza psíquica, en cambio hoy en día en que el operador trabaja casi siempre en solitario o con sus ayudantes, la indumentaria a pasado a segundo plano, aunque como he dicho dependerá de los gustos y preferencias del mismo, ya que ello le producirá mayor seguridad en si mismo. Una regla básica y una condición indispensable: la limpieza.
EL BAÑO
Otro elemento del ritual es el baño, la limpieza como he dicho en el capítulo anterior es esencial, por lo que antes de cualquier ritual un baño o una ducha estarán indicadas, pero además esta tiene otra función, que es la de preparar mediante la relajación, nuestra mente. La colocación en la bañera de sales, aceites o perfumes tiene el mismo fin que los vestidos y por tanto actúan de forma positiva si el operador así lo cree, dejamos aquí a vuestro libre albedrío la elección de dichas esencias.
En mi modesto entender pienso que nuestra mente no produce ni mejora su capacidad gracias a los objetos, adornos o montajes rimbombantes que utilicemos, la energía y nuestra capacidad, una vez sepamos dominarla fluyen de forma natural; en el caso del baño la relajación es muy importante, pero también, en exceso, podría conducirnos al sopor y la somnolencia, evidentemente nada eficaz para activar energías. A veces incluso una ducha vigorizante puede ser más efectiva.
Por
LA CONCENTRACIÓN Y MEDITACIÓN
Cuando se habla de meditación, las personas poco versadas en ello creen que esta, está relacionada con la droga o con cosas raras.
La meditación no es más que un estado latente de nuestra mente muy parecida al momento inicial del sueño. Todos hemos soñado despiertos y todos meditamos antes de dormirnos.
Para conseguir un estado de meditación correcto debemos hacer un guión mental, esto es, seguir unas pautas que nos marquemos, con el objetivo de relajar nuestra mente.
Citaremos ahora diversos ejemplos que podréis utilizar:
El Mantra. En el Tíbet, los lamas utilizan unas palabras para provocar diversos efectos, en el caso que nos ocupa y para conseguir un estado de meditación, la palabra será usada de forma rítmica. El Mantra por excelencia es AUM pronunciado OM alargando el sonido de M, es considerado por los tibetanos como el sonido más potente, su significado no esta claro, pero sus resultados han sorprendido a muchos investigadores occidentales.
Otra palabra y esta de mi cosecha que también da el resultado apetecido es la palabra o sonido TAMAROUM, y es el que personalmente utilizo, apreciareis que el ritmo de repetición de dicha palabra es muy agradable.
Por último decir que los mantras hay que pronunciarlos en voz no muy alta, como un susurro.
LA MEDITACIÓN Y EL VIAJE.
Este es el sistema preferido por los que practican la meditación trascendental, consiste (uno de los sistemas), en iniciar un viaje imaginario, dentro de nosotros mismos, o sea del cuerpo, después de la meditación-concentración entramos en el viaje-meditación cerrando los ojos, para después recorrer distintas partes de nuestro organismo, es conveniente centrarse en un punto (ojos, manos, cerebro, etc.), y allí concentrar luz para el acto que debamos realizar, una vez hayamos conseguido la concentración adecuada estaremos preparados para el Ritual, Novena o Petición.
Podemos acompañarnos de música tranquila durante este sistema.
Antes de pasar a otro capitulo indicar también que para la meditación es conveniente encontrarnos en una postura cómoda, en el suelo con un cojín o alfombra, en un sillón o silla. Por supuesto que la meditación la realizaremos en la habitación en donde “trabajemos”. Recomiendo comprar algún libro sobre meditación y visualización para poder avanzar en este terreno, en caso de tener dificultades.
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