viernes, 20 de noviembre de 2009

Para abrir los caminos del amor


Antes de tomar la decisión de acudir a la magia es importante meditar acerca de que no debemos, bajo ningún punto de vista, tratar de obligar a otra persona a hacer lo que no quiere. Los rituales deben ser solo con fines de propiciar el encuentro.


Dicho y aclarado este punto les daremos un ritual que realizaban los Celtas para esos momentos en los que pueden sentir una especie de energía densa o negativa, que impide encontrarse con el ser amado. Esta influencia extraña nos abate sin que podamos hacer nada para enfrentarla. No siempre se trata (como algunos suelen creer) de que sobre ellos pesa un trabajo de magia negra o algún otro tipo de hechizo. Simplemente es una acumulación energética que se ha instalado a nuestro alrededor por algún motivo oculto y nos afecta en el plano afectivo, que es por donde nuestra sensibilidad esta al descubierto.


Para liberar esa energía negativa, realizaban una apertura de caminos trabajando con la fuerza del planeta Venus, para que retire los obstáculos y así eran impregnados de una nueva fuerza amorosa.


Este ritual lo realizan en un día viernes, a las 22 horas, pero nunca si esa noche la Luna se encuentra llena. Es ideal comenzarlo un día de Cuarto Creciente, ya que esta luna hace fertilizar y expandir todo lo que se pide.


Sobre una mesa colocaban un mantel o paño rosado:


1- Se mezcla en un bol aceite de mirra, incienso y sándalo. Poniéndose una gotita detrás de las orejas, en la nuca, en las palmas de las manos y en los tobillos. Hecho esto se unta con la misma mezcla aromática tres velas de color verde.


2- Se encienden las velas en la mesita. Si es posible, sobre un candelabro de tres brazos.


3- Imaginaban que desde las velas surgía una luz verde que los rodeaba a ellos y a toda la habitación, inspira ese color verde. Visualiza la luz entrando por tu nariz y recorriendo todo tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, sentirás que estas muy relajado y que una paz te invade.


4- Cuando lograban una completa relajación, pronunciaban la siguiente oración:


"Oh, Venus, tu consuelo busco.
Se que envías a mi a la persona que me acompañara en mi viaje,
pero mis ojos están ciegos para verla.
En nuestro camino se levanta el polvo de la indiferencia
y vuelve a cerrarse el corazón.
Oh, Venus, enséñame a encender la luz del sendero oculto.
A encontrar la llave que abra la puerta de la emoción compartida.
Oh, Venus, ilumíname con tu luz"

5- Esta plegaria era repetida seis veces y luego daban las gracias, permaneciendo unos instantes visualizando la luz verde cada vez con más intensidad.

Reflexión
Sabemos que Dios o el destino como quieras llamarlo según tus creencias, tiene preparada para nosotros la vida que nos corresponde. A veces, por una tarea kármica, debemos compartir nuestro corazón con una persona y no con otra que aparentemente es la indicada. Por eso es tan importante meditar mucho al respecto antes de tomar la decisión de atraer por medio de magia o control mental a quien deseamos. Si reflexionamos correcta y sinceramente, es seguro que tomaremos el camino recto y de esta forma lo que haremos con estos rituales es ayudar al destino a cumplirse.
De todas maneras, debemos tener siempre presente que aunque en algunos momentos de nuestra vida nos encontremos sin alguien con quien disfrutar de las alegrías y distribuir el peso de las tristezas, no estamos completamente solos. Existe un Poder Superior que nunca nos abandonará. Y es el generador de la fuerza de Amor mas potente del Universo.

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