LA DIOSA
El cuarto creciente representa a la doncella, quien es representada por una niña o una mujer joven llena de vitalidad. Refleja la creatividad, la inocencia, el gusto por vivir y conocernos a nosotros mismos y el mundo que nos rodea y la búsqueda espiritual.
La luna llena representa a la madre, quien es (a mi parecer) el aspecto más importante de la Diosa, pues representa la vida, la fertilidad, el renacer de la vida, el amor, el poder y la compasión. Era muy venerada en las antiguas culturas matriarcales por su capacidad de crear vida.
El cuarto menguante representa a la anciana, mujer vieja y sabia, pero a la vez mística, constituyendo el lado oscuro y misterioso de la Diosa. Ella representa el final, el conocimiento absoluto, sabiduría, prudencia, la experiencia y una guía hacia la orientación espiritual. Aunque mucha gente teme a la Anciana porque representa el final de las cosas, hay que comprender que todo tiene un final, y ese final forma parte del gran ciclo de la vida, por lo que no tiene nada de temible.
EL DIOS
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