Existen casi tantos tipos de varitas como practicantes, y las diferencias se dan tanto en la forma y tamaño como en los materiales usados para su confección. En general serán de madera, dependiendo la elegida de las afinidades de cada quien con los distintos árboles, o del uso que vayamos a darle, aunque hay también varitas de metal. También pueden tener terminación roma o con un cristal de cuarzo actuando como "amplificador". Los seguidores de tradiciones netamente celtas pueden llegar a tener una varita distinta por cada mes del calendario arbóreo lunar, con sus distintos atributos, a saber:
- Abedul, para purificación, el primer mes, noviembre
- Serbal, para protección contra encantamientos, el segundo mes, diciembre
- Aliso, para protección y profecía, el tercer mes, enero
- Sauce, para los aspectos femeninos o lunares, el cuarto mes, febrero
- Fresno, para los vínculos entre el mundo interior y exterior, el quinto mes, marzo
- Espino, para purificación y castidad, el sexto mes, abril
- Roble, para protección y entrada a los misterios, séptimo mes, mayo
- Acebo, para superioridad en la lucha, el octavo mes, junio
- Avellano, para la intuición, el noveno mes, julio
- Vid, para la profecía, el décimo mes, agosto
- Hiedra, para la búsqueda del yo, el undécimo mes, septiembre
- Carrizo, para la acción directa, el duodécimo mes, octubre
- Saúco, para los finales e inicios, el decimotercer mes, los últimos días de octubre
Podemos también usar por supuesto maderas compradas, si deseamos una apariencia más cuidada.Aunque personalmente prefiero el viejo método de elegir un árbol, pedir su permiso, cortar una rama, esperar a que se seque y después consagrarla. Será más largo, pero creo que ayuda a que la vara que obtenemos sea más afín a nosotros. Luego de éste proceso, y de adornarla a nuestro gusto, sigue el ritual de consagración. Lo importante, sea cual sea el método que elijamos, es que nos sintamos afines con el material elegido.
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