domingo, 15 de noviembre de 2009

Limpiar el aura

Este ritual está preparado para que elimines toda la energía negativa que pueda existir en tu aura, tanto la proveniente de tu interior como la proveniente de tu exterior. Limpiar el aura es muy importante ya que favorecerá que todo lo bueno que la vida quiera darnos venga a nosotros sin problemas y en grandes cantidades, además favorece las buenas relaciones y una buena impresión de nosotros mismos a los demás.
Se necesita:
  • incienso de loto, sándalo o de iglesia.
  • piedra amatista pulida (no en bruto)
  • una vela blanca
  • preparado de agua de rosas (se explica en el ritual)

Preparación:

Este ritual es muy interactivo y por ello requerirá que estés desnudo. Si tienes algo de pudor puedes estar con una bata o algo que te cubra que sea fácil de quitar. Recuerda que es necesario que estés desnudo porque para limpiar tu campo magnético necesitamos que nada obstruya la limpieza, y hacerlo sobre la ropa podría disminuir sus efectos.

El preparado de agua de rosas se hace de la siguiente manera: consigue agua que no sea del grifo (manantial, río, mineral, etc...) y también con varios pétalos de cualquier rosa menos la amarilla. Un día antes de que hagas la limpieza debes verter el agua en una jarra con los pétalos de rosa y un poco de sal. Si dispones de miel, también unas gotitas serían fantásticas para la mezcla, pero si no puedes conseguirla tampoco pasará nada. Déjalo así durante 24 horas antes del ritual.

El ritual consta de tres fases muy importantes: una de purificación a través del aire con el incienso, otra de purificación a través de la tierra con la amatista y otra de purificación a través del agua con la mezcla de rosas. El fuego está presente como testimonial a través de la vela blanca.

Lo primero que debes hacer es encender la vela blanca.

Después enciende el incienso y comienza a pasarte el humo que sale de él por TODO tu cuerpo. Recuerda que tu campo magnético recorre todo el cuerpo, así que procura que no se te escape ninguna parte. Mantén el humo entre uno y tres centímetro de distancia con respecto a tu piel. Te recomendamos que comiences en las plantas de los pies y vayas subiendo hacia la cabeza. Mantente varios segundos en cada una de las zonas ya que la limpieza lleva su tiempo. Recuerda que puedes usar cuantas barritas de incienso necesites.

Cuando hayas terminado la limpieza a través del incienso, déjalo en el incensario de manera que se siga quemando todavía mientras dura el ritual. Después coge la piedra amatista y frótala por todas las partes del cuerpo como si fuera jabón de baño. Tómate varios instantes para cada zona.

Cuando hayas terminado la limpieza a través del elemento tierra, deja la amatista cerca del incienso que debe seguir encendido. Entonces es cuando recurriremos a la mezcla de agua de rosas. En este sentido deberás ir mojando con ella todas las partes de tu cuerpo y dejando secarte al aire. No te cortes en pasarte bastante mezcla. Para tu comodidad si quieres puedes hacer varias tandadas de esparcirte el agua por el cuerpo para no encharcarlo todo.

Cuando hayas terminado, apaga el incienso y la vela. ¡Ya tendrás el aura totalmente reluciente!

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